Abrieron las puertas, pasen a Cuba.

El reciente aviso del Sr. Presidente de EE.UU, a levantar el bloqueo a Cuba, me trajo algunos recuerdos.

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21 de enero 2008. - El artículo "La guerra biológica de Estados Unidos contra Cuba", por Juan Hermida, revela que en el pasado países como Cuba fueron víctimas de ataques bacteriológicos por parte de Estados Unidos, los cuales están apoyados por documentos desclasificados de ese país. El artículo dice en parte: "Informes desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) prueban que en fecha tan temprana como 1962 pusieron en práctica acciones biológicas. Según esas fuentes, en 1961-62, la CIA organizó la vasta Operación Mangoose (Mangosta), que incluía incapacitar a los trabajadores azucareros durante la cosecha, utilizando medios químicos para enfermarlos."
La página más horrible de la guerra biológica fue la introducción del dengue hemorrágico. Entre el primero de junio y el 10 de octubre de 1981 se notificaron 344 mil 203 casos de dengue; pero de ellos más de 30 mil eran casos hemorrágicos y 10 mil cumplían todos los criterios de la Organización Mundial de la Salud para ser considerados fiebre hemorrágica y choque por dengue.
Pero no sólo se introdujo el virus, sino que se negó la posibilidad de adquirir en Estados Unidos el abate, producto químico para eliminar el agente transmisor, el mosquito Aedes aegypti. Hubo que desplazar aviones a Europa y Japón para adquirirlo.

La Demanda del Pueblo Cubano al gobierno de Estados Unidos por daños humanos, proceso judicial que culminó en una condena al país agresor en mayo del año 2000, señala: "Las investigaciones y los estudios minuciosos llevados a cabo condujeron a la evidencia de que la epidemia fue introducida deliberadamente en el territorio nacional por agentes al servicio del gobierno de Estados Unidos.

"Especialistas norteamericanos en guerra biológica habían sido los únicos en obtener una variedad de mosquito Aedes aegypti sensiblemente asociada a la transmisión del virus dos, (que fue el que entró a Cuba y no estaba circulando en ese momento en el mundo. NR) según informó el coronel Phillis Rossell, en el XIV Congreso Internacional del Océano Pacífico, efectuado en 1979, solo dos años antes de que se desatara la brutal epidemia en Cuba.

"Constituye un elemento significativo el hecho de que en 1975 el científico norteamericano Charles Henry Kalisher, en una visita a Cuba, se interesó y obtuvo información sobre la existencia de anticuerpos al dengue en la población cubana y la no existencia en la misma, por lo menos en 45 años, de anticuerpos del virus dos.

"En el juicio celebrado en 1984, en Estados Unidos, contra Eduardo Arosena, cabecilla de la organización terrorista Omega 7, este confesó paladinamente haber introducido gérmenes en Cuba y reconoció que la fiebre del dengue hemorrágico fue introducida en la Isla a través de grupos afines de origen cubano radicados en Estados Unidos." Estas son pruebas, y no mentiras como la del subsecretario del Departamento de Estado, John Bolton, al fantasear que La Habana produce armas biológicas.
Fuentes:
Universidad Virtual de Salud-Cuba.
Revista Panamericana de Salud Pública.



El bloqueo al que era sometido el pueblo Cubano, impedía que se adquieran desde allí, elementos necesarios como la anestecia y el abate, utilizado para combatir las larvas del vector Aedes Aegypti.
Espero que desde aquí en más, se pueda visulumbrar un trabajo en conjunto, entre las naciones que anteriormente fueron calificadas de enemigas, pero con las que se cuenta para resolver y atender problemas básicos, como la salud, esto, hablando de Cuba.

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Justamente, luego de saber de este ataque biológico, también encuentro :

Justo en la zona de la Triple Frontera opera una unidad especial de los marines norteamericanos. Su objetivo militar es el mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue.
Ahora todo tiende a justificarse: la inusitada presencia de efectivos militares estadounidense en la región; la proliferación de informes -siempre falsos- de acciones de terrorismo internacional desde la Triple Frontera; los infundados cargos contra la comunidad árabe; los continuos ejercicios combinados de las fuerzas militares del Imperio con las regionales con pretextos tan infantiles como el de enseñar a los marinos argentinos a combatir el dengue en Misiones. ...
¿Alguien cree que los Marines están en Argentina para protegernos de los mosquitos del Dengue? Más bien se diría que están para propagar la enfermedad.
¿Qué no es posible?
ANTECEDENTES

1981:
Son conocidas las guerras bacteriológicas de EE.UU contra la producción agropecuaria cubana, también la fiebre hemorrágica dengue que causo 300.000 enfermos en Cuba. Más de 300,000 cubanos fueron afectados la fiebre hemorrágica Dengue.
Una investigación de la revista 'Covert Action Information Bulletin' que investiga las huellas de varias inteligencias alrededor del mundo, sugirió que esta erupción era el resultado de una descarga de mosquitos realizada por los contrarrevolucionarios cubanos.
La revista rastreó las actividades de uno de los operativos de la CIA desde una localidad en Panamá con las conexiones cubanas alegadas. Durante los últimos 30 años, Cuba ha sido sujeta a un enorme número de erupciones de enfermedades humanas y enfermedades en las cosechas que son difíciles atribuir a causas naturales completamente.
1982:
Los sindicatos de El Salvador denunciaron que las epidemias de muchas enfermedades previamente desconocidas habían aparecido en áreas inmediatamente después que EE.UU. dirigió allí bombardeos aéreos. No existen pruebas concretas para apoyar estos cargos. Sin embargo, el modelo y los tipos de erupciones son consistentes con las denunciadas.
1985:
Una erupción de fiebre Dengue azota Managua, Nicaragua, poco después del aumento de las misiones aéreas de reconocimiento por parte de Norteamérica. Casi la mitad de la población de la importante ciudad fue presa de la enfermedad y varias muertes han sido atribuidas a la erupción.
Fuentes:
Red Latina Sin Fronteras.


Conclusiones a su cargo.

Comentarios

  1. Por Jorge Giles
    Un lugar llamado Charata - 15-04-2009
    ¿Qué hicieron de este país los neoliberales que lo gobernaron?¿Qué fue del país diversificado de los argentinos, el país del algodón, del tomate, del maíz, de las vacas, de la industria?¿Dónde quedaron los trabajadores rurales que se trasladaban de cosecha en cosecha?
    ¿Cuántos se volvieron ricos con la soja y cuántos se hundieron por su culpa en la miseria?

    Miremos a Charata, allá en el Chaco, y tendremos algunas respuestas.
    Los patrones de la soja, viviendo en mansiones como jeques árabes y el pueblo, penando sus dolores, sus pobrezas y el mosquito del dengue.
    Esa es la Argentina que hay que superar, construyendo otro país, más justo, más inclusivo, más diversificado, más integrado, más industrial.

    Los patrones sojeros de la Mesa de enlace siguen su gira por las oficinas de los políticos opositores. Hacen oír sus lamentos y aprovechan para bajar línea política contra el Gobierno y sus adherentes partidarios.
    Siguen con la misma cantinela, de que si el Estado les quita las ganancias extraordinarias que obtienen por el cultivo de la soja transgénica, los pueblos del interior se quedarán sin recibir el derrame virtuoso que ellos garantizan con sus millones de dólares. Y que el crecimiento espectacular que habían tenido los pueblos del interior, gracias a la soja, estaba a punto de derrumbarse, por los errores tan gruesos que cometía el Gobierno nacional cuidando “la caja”, es decir, el Estado.

    Muchos políticos de la oposición, repiten esas afirmaciones quizás por ignorancia, o por calculo electoral o porque también son grandes sojeros.
    El tono campechano de los patrones rurales es reproducido por las pantallas televisivas las 24 horas del día. Pero apareció el dengue y apareció Charata, emporio sojero del Chaco reciclado.
    Cuando éramos niños y en la escuela nos tomaban la lección preguntando por la principal producción de cada provincia, la maestra decía “Chaco” y nosotros respondíamos rápidamente “Algodón”. Y nos felicitaban. Pero advirtamos a los alumnos actuales, que si siguen contestando igual, lamentablemente saldrán reprobados.

    Si ahora le dicen “Chaco”, deberán responder “soja”.
    Y Charata, que fue parte vital del territorio algodonero, se convirtió en los últimos años en una muestra dramática del avance sojero. Unos cuantos se volvieron muy ricos mientras los trabajadores, los profesionales, los pequeños comerciantes, se empobrecían y caían verticalmente hasta configurar una sociedad pueblerina dividida tajantemente entre gente escandalosamente rica y gente injustamente muy pobre. Hay datos suficientes en recientes notas periodísticas. Aquí sólo queríamos preguntar a los dirigentes de la Mesa de enlace: ¿Qué hicieron con los miles de millones de dólares que ganaron en estos años? ¿Dónde los invirtieron? ¿Con quiénes los compartieron?

    ¿Dónde está el derrame de riquezas que pregonan como justificativo para que el Estado no cobre retenciones?
    Ya lo sabemos. Los millones de dólares que amasaron con la soja, fueron a parar exclusivamente a sus bolsillos. Ni para sostener una asociación de damas de beneficencia pusieron dinero.
    Por lo tanto, esa pobreza de Charata, que nos muestra dramáticamente la televisión, ocurre allí donde la soja dobló el brazo de los dirigentes de la Federación Agraria en manos de los grandes propietarios de la Sociedad Rural.

    Ellos sí que no resisten un archivo. Son los que decían públicamente que si perdían el cultivo tradicional del algodón se perderían miles de puestos de trabajo, se dañaría la tierra y el ambiente con el glifosato empleado, se condenaría a toda la población de la región al éxodo y a la miseria. Pero después se rindieron y quedaron del lado de los muy ricos mientras la población quedaba a la intemperie total como predijeron.

    Esta Charata de hoy es el reflejo cruel y doloroso del país injusto que debemos desterrar para siempre.
    Y para ello, el primer paso es desterrar al dengue pero también a la mentira organizada de los que lucraron con el viejo país para unos pocos.

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  2. Gladys:
    Gracias por compartir el texto, sobre la soja, el glisfosfato, el daño ambiental, y demás yerbas, no quiero hablar, no porque no me interese, sino porque tengo tanta información cruzada que no sé a quién creer.
    Lo evidente es que pasa algo, algo grande, algo grave, algo que nos está costando, y mucho.
    Pagamos todos, es evidente, y las culpas han de ser de muchos.
    Hace pocó leí en la página de GreenPeace un artículo sobre este tema de la soja y la muerte, la deforestación, y las enfermedades que ello conlleva, quiero llorar, pero así no soluciono nada.
    No puedo caerme, solo atino a colaborar como y con cuanto pueda, desde acá, y en todas direcciones donde sienta que se necesita.
    Un beso, gracias de nuevo.

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  3. Laura, está muy bien colaborar y es lo que se necesita en este momento, es lo urgente...aunque lo importante es no escaparle al bulto y dar a conocer el verdadero origen del problema sino solo se ponen parches.

    Hay una relación directa entre la soja y el dengue, el insecticida utilizado para la soja -el famoso glifosato- mata a los sapos, los sapos se alimentan de mosquitos, al no haber sapos hay más mosquitos por lo tanto más trasmisores del dengue.

    El mapa de las plantaciones de soja corresponde de manera casi calcada al mapa del dengue.

    Aquí los intereses no son políticos, son económicos, el poder agropecuario es muy fuerte, a pesar de ser un sector pequeño.

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  4. Hay de todo Gladys, la deforestación también hace lo suyo, esto vá de la mano con la soja, es toda una cadena de acontecimientos corruptos, sin conciencia ni interés por el prójimo o el medioambiente, por eso no quiero ahondar en esto, me pone loca, son muchas cosas para cambiar!
    :-(

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  5. Un artículo de la Universidad de Pittsburg para documentar mi comentario anterior http://www.chronicle.pitt.edu/?p=660

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  6. Te cuento que navegando por ahí encontré este artículo, del que transcribo una parte:
    "Hay quienes dicen, y todo parece indicar que ello es cierto, que el mapa del dengue coincide con lo de la soja, por ejemplo el caso de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra). La proliferación del dengue tiene como base sustancial el incremento de la masa biológica del vector, como consecuencia de la "tropicalización del clima que produce la sojización".
    El cambio climático que produce la deforestación y el desmonte ha llevado a la prolongación del verano y al denominado "otoño tardío", al incremento del calor y por lo tanto a la extensión del ciclo de vida del mosquito (viven más), se acelera así el período de incubación del virus dentro del mosquito, que contagia más rápido. El insecto trasmisor tiene la particularidad de alimentarse de sangre humana, por ello solo vive cerca de las casas de las ciudades.
    En el Chaco se ha desmotado el 40% del territorio en la última década. El modelo socio-económico-demográfico planteado por este tipo de "sojización” ha llevado a la expulsión de campesinos hacia la ciudades, dado a que la renta agraria concebida de esta manera, y ha concitado la concentración del capital del campo de una clase muy exclusiva y a la especulación inmobiliaria en la ciudades.
    Así, la población sobrante del campo-aborígenes y criollos se agolpa en las ciudades en construcciones sin urbanizar, sin agua potable, entre zanjas y cacharros donde se reproducen los mosquitos."

    Por Humberto Rolando Bravo*Presidente del Colegio Médico de Resistencia, Chaco

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